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Argentina

LA BURGUESÍA VIENE A ESTABILIZAR AL GOBIERNO Y AL RÉGIMEN EXPROPIADOR DE LA REVOLUCIÓN

Queremos hacer este alerta a los trabajadores y la juventud estudiantil combativa, porque estamos en presencia de un frente electoral de corrientes de izquierda que fue cerrado “por arriba”, en un acuerdo de las cúpulas de los partidos, donde por fricciones de aparatos y disputas de cargos dejaron fuera al mas que levanta el mismo programa que el po y el pts. Para ese acuerdo de cúpulas si “hubo condiciones”, pero en cada lucha de la clase obrera, estas mismas direcciones del po, pts, is etc. Siempre afirmaron que “no hay condiciones para coordinar a los que están luchando”. Para acuerdos electorales sí, para luchar no…

Por ello, porque ya demostraron que es un acuerdo electoral y no un frente obrero para luchar, es que afirmamos que el día de mañana, cuando terminen de contar el último voto, lamentablemente romperán este frente también, sin importarles si eso lleva a la desmoralización de franjas de la vanguardia obrera y estudiantil que ansían la unidad de sus filas para luchar.
Es que a las corrientes que integran el fit, no les tembló el pulso a la hora de romper cuantos esfuerzos hicieran los obreros por conquistar la unidad de sus filas y sus luchas. Esto es lo que sucedió el año pasado en el “ii encuentro de los trabajadores en zona norte”, cuando el pts y el mas rompieron dicho encuentro privilegiando los intereses de sus partidos por sobre el tan anhelado grito de unidad que reina en la base obrera. Así estas corrientes, y tal como sucedió en el conclat en brasil donde buscaba reagruparse la vanguardia brasilera –donde el pstu y el psol también rompieron dicho congreso-, desmoralizaron a lo mejor del activismo de las fábricas y la vanguardia combativa.
Ninguna de las corrientes que integran el “fit” quiso convocar a un gran congreso obrero y de estudiantes combativos -con delegados con mandato de base-, para que sean los trabajadores quienes decidan y voten sus candidatos y un plan de lucha, con las corrientes de izquierda poniendo su personería electoral a disposición de los trabajadores, como es la política del marxismo revolucionario.

Por eso alertamos nuevamente a los luchadores de que este “frente de izquierda” puede romperse en cualquier momento. Es más, ni bien terminaron las elecciones primarias ya comenzaron las “riñas” de aparatos. Es que el pts corcovea hablando en los actos de militantes sobre “la guerra y clausewitz” para encubrir el cretinismo parlamentario de una corriente que en ningún spot electoral habló ni de la revolución, ni de la toma del poder por parte de la clase obrera, ni de la guerra de clases que se desarrolla en el norte de áfrica y medio oriente.

El pts corcovea y a su dirección se la ve muy nerviosa porque se aleja su sueño de ser “el primer partido de la izquierda”. En esta nueva “izquierda unida” el “zamora” salió del po y no de la dirección del pts. Así, altamira se ha transformado la figura central del fit y el pts mira de costado luego de haber rebajado completamente todo su programa en este “frente único con el po”.

Las fricciones en el fit no son por diferencias políticas, claro esta, sino por disputa de cargos... Lamentable para la vanguardia obrera, pero real.

En última instancia, hacemos este alerta a la vanguardia que tenga alguna expectativa en este frente, como parte de acompañar pacientemente la experiencia de los honestos obreros que vean en el fit una posibilidad de unidad y lucha. Afirmamos que estamos frente a corrientes a las que no les importa las necesidades de nuestra clase. Hasta octubre, van a “cuidar las formas”, aunque les pese. Pero son acuerdos por arriba, que no dudaran en romper mañana, en cuanto tengan la oportunidad.

Esto tiene un enorme valor para el conjunto de las pandillas burguesas que necesitan redoblar sus pasos para conquistar el régimen más bonapartista y estable posible, que le permita redoblar su ataque contra la clase obrera e imponerle aún más condiciones de esclavitud, súperexplotacion y “maquila”, y garantizarle al imperialismo un saqueo aún más impune de la nación.

Para esto la burguesía tiene a su favor que, una vez pasado el “infierno” de la revolución, han logrado relegitimar las instituciones del régimen, como la figura presidencial; la casta de jueces vitalicia; las fuerzas armadas genocidas; y la cueva de bandidos del Congreso. Y además han comenzado a legitimar el sistema de partidos patronales, utilizando la reaccionaria ley de la “reforma política” que impusieron para las presentes elecciones.

Como parte de este plan, también resulta necesario para las pandillas capitalistas terminar de liquidar los últimos resabios de colaboración de clases que aún mantenían el gobierno y el régimen expropiadores de la revolución, para así poder garantizar un dominio estable.

Así fue cómo la Kirchner escondió “bajo la alfombra” a los burócratas de la CGT, negándoles el lugar de candidatos principales en su lista electoral, a lo que se suman los encarcelamientos de burócratas como Zanola y Pedraza. También comenzó a sacarse de encima a los representantes de distintos organismos de Derechos Humanos como a Hebe de Bonafini y de diferentes organizaciones sociales y piqueteras.

Es que además estos personajes eran mal vistos por las clases medias y por ende, le espantaban votos al kirchnerismo. De esta manera es cómo los explotadores avanzan en conquistar un gobierno y un régimen, que ahora se apoye directamente en las clases medias como su base social, configurando así una verdadera alianza reaccionaria contra el proletariado.

Los candidatos del “Frente de Izquierda” ocultan el verdadero carácter del régimen, en momentos en que la burguesía intenta bonapartizarlo aún más

La burguesía utilizará el triunfo conquistado en las elecciones para profundizar aún más los rasgos bonapartistas del régimen de la Constitución de 1853-1994, que mantiene formas parlamentarias solamente para posar de “democrático” ante los ojos de las masas.
Por desgracia, hay corrientes de izquierda que han quedado atrapadas en estas redes de la democracia burguesa que intentan ocultar el carácter archirreaccionario del gobierno y el régimen.

Así, el candidato a presidente del “Frente de Izquierda”, Jorge Altamira –dirigente del Partido Obrero- afirmó que el triunfo electoral del kirchnerismo y la “dispersión” de los partidos de la oposición “desnuda una situación de crisis” ya que el gobierno nacional está “frente a un desierto”, que por debajo de él existe “un vacío político”.

Lamentablemente, Altamira con sus declaraciones no hace más que encubrir el verdadero carácter del poder de los explotadores en Argentina.

Lejos de ser como plantea el candidato del “FIT”, no existe tal “vacío político” por debajo del gobierno de Kirchner. Pareciera ser que Altamira se olvida que el principal sostén del gobierno reside en la estatización extrema de los sindicatos con el aval de la ley de asociaciones profesionales.
Por medio del descuento compulsivo de las cuotas sindicales y los millones de pesos otorgados por el manejo de las obras sociales, la burguesía financia a los burócratas sindicales y a sus 100.000 pistoleros que imponen las paritarias truchas y el techo salarial del 20 %, y garantizan que la amplia mayoría de la clase obrera trabaje en negro, tercerizada o directamente esté desocupada.

Además el gobierno de Kirchner utiliza a la burocracia como sus fuerzas de choque, junto a la policía, la gendarmería y todas las fuerzas represivas del estado, contra todos los sectores del movimiento obrero que salen a la lucha. ¡Así se sostienen el gobierno y el régimen infame contra la clase obrera!
Es más, el gobierno de Kirchner, sirviente de las transnacionales, está asentado en el régimen del “Pacto Social” junto al imperialismo, la patronal esclavista y esa podrida burocracia devenida en empresaria.

Al contrario de lo que plantea Altamira, ya los fundadores de la IV Internacional afirmaban: “Los gobiernos de los países atrasados, o sea coloniales o semicoloniales, asumen en general un carácter bonapartista o semibonapartista. Difieren entre sí en que algunos intentan orientarse en una dirección democrática, buscando el apoyo de los obreros y campesinos, mientras que otros implantan una forma de dictadura policíaco-militar. Esto determina también la suerte de los sindicatos: o están bajo la tutela del Estado o bien, sujetos a una cruel persecución. (…) El capitalismo monopolista cada vez tiene menos interés en transigir con la independencia de los sindicatos. Exige que la burocracia reformista y la aristocracia obrera, que picotean las migajas que caen de su mesa, se transformen en su policía política a los ojos de la clase obrera. Cuando no se puede lograr esto, se reemplaza la burocracia por el fascismo.” (León Trotsky, “Los sindicatos en la época imperialista”)

Así a diferencia del candidato Altamira, a la burguesía no le produce ninguna “crisis” la “dispersión” de la “oposición” que no le permite conquistar un régimen bipartidista -es decir de alternancia entre dos partidos políticos-, que ya se ha convertido en un privilegio de los países ricos. Tal como plantea Trotsky, la esencia del régimen argentino es un feroz bonapartismo que hoy la burguesía intenta profundizar. ¡La “crisis” que ve Altamira no es más que el intento burgués de intentar asentar un “kirchnerato” que significará un verdadero infierno contra los explotados!

Es que la dura ofensiva patronal que vimos hasta ahora contra los explotados no les es suficiente. Necesitan aplicarle una derrota decisiva al proletariado porque cuando estalle el crac en Argentina y termine el actual ciclo de crecimiento, deberán con nuevos golpes contrarrevolucionarios sacar de escena a la clase obrera para hacerle pagar todos los costos de la crisis.

¡Esto es lo que se esconde detrás de la cortina de humo de esta trampa electoral! ¡Esto es lo que festejan los representantes de los explotadores, el gobierno de Kirchner y los políticos de la “oposición” gorila, todos sirvientes de los monopolios imperialistas!

¡Abajo el régimen de la Constitución de 1853/1994!

En momentos en que se hace más necesario que nunca desnudar el carácter antidemocrático y bonapartista del régimen y sus elecciones, lamentablemente el candidato Altamira junto al resto de las corrientes de izquierda, se niegan a plantear la demanda de Asamblea Constituyente, demostrando que no son siquiera demócratas consecuentes. Los miembros del “FIT” levantan esta consigna cuando las masas estallan en revoluciones, utilizándola como un dogal en el cuello del proletariado, y cuando está planteado levantarla audazmente, por desgracia la silencian y ocultan.

Los trotskistas de Democracia Obrera afirmamos que hay que oponerle a este régimen infame y sus partidos patronales cipayos, la lucha por una Asamblea Constituyente libre y soberana, impuesta sobre los escombros del régimen burgués, con un diputado cada 10.000 habitantes, que rompa y desconozca todos los pactos económicos, políticos y militares con el imperialismo; que disuelva la institución presidencial y el parlamento para crear un gobierno barato con una cámara única ejecutiva y legislativa formada por funcionarios que ganen el salario medio de un obrero y sean revocables en cualquier momento; que disuelva todos los servicios de inteligencia y las fuerzas represivas del estado y los reemplace por comités de vigilancia obreros, que aplaste a la casta de oficiales genocida de las FF.AA., que destruya la casta de jueces vitalicia y la reemplace por tribunales obreros y populares; y que expropie a los expropiadores para brindarles pan, trabajo, vivienda, salud y educación a todos los obreros y el pueblo pobre. ¡Abajo el régimen del Pacto Social del imperialismo, la patronal esclavista, el gobierno de los Kirchner y la burocracia de la CGT y la CTA! ¡Abajo la archirreaccionaria Constitución de 1853 y su reforma de 1994! ¡Que se vayan todos, que no quede ni uno solo!

 

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